martes, junio 30, 2009

La espera


La espera
Cargado originalmente por Enrique D'Ottone
La bombilla en cruz, como indica la tradición y la espera, el momento previo, al sabor amargo, tibio y espumoso de un mate bien preparado.

martes, junio 02, 2009

Cumpliendo años en un día gris.

Hoy he cosechado cuatro docenas de años. Algunos ya están totalmente abiertos, y muestran todo su esplendor. Otros son apenas capullos que aún tienen encerrado todo su potencial.
En este momento, en que seguramente he pasado ya la mitad de mi vida, me siento suficientemente joven para entenderme con los jóvenes y suficientemente viejo para entenderme con los viejos.
No tengo casi arrugas en mi rostro pero, más importante aún, no las tengo en mi corazón. Abordo con la misma pasión de hace veinte años las cosas que me entusiasman y lucho con la misma fuerza de siempre contra lo que creo que está mal.
Puedo decir que no hay años malos y años buenos. Hay años lindos y años feos, pero todos aportan su cuota de experiencia y sabiduría.
Lo importante es que no hayan años perdidos. Pero los años se componen de meses, los meses de días, los días de horas y las horas de minutos. Por eso es importante que en cada minuto, en cada segundo, en cada instante de nuestras vidas estemos con la mente y el corazón abiertos, dispuestos a aprender, a experimentar, a desarrollarnos. Crecer y mejorar, siempre, en todo momento. Ese es mi lema.
Te doy las gracias, Señor, por estos años que me has permitido vivir y por lo que en ellos recibí. Y ojalá sea tu voluntad concederme muchos años más de vida, y poder ver que este mundo loco de hoy se convierte en un mejor lugar para vivir donde mis hijos, vela y timón de mi existir, puedan también crecer y mejorar, y prolongar en ellos mi existencia. Y que yo pueda poner mi granito de arena para que así sea.